Quesería Val de Cinca nace de la pasión de Pilar Febas y su hermano Víctor por la ganadería y la gastronomía tradicional. Les viene de familia, ya que su padre ejerció esta profesión en Fonz durante muchos años.
Todo comienza por el amor por los animales que hizo que Pilar estudiase veterinaria en Barcelona. Al acabar la carrera, regresó a Fonz, donde poco después su padre se jubiló, y, junto a su hermano Víctor, emprendieron la aventura de continuar con la labor de su padre.
En este momento, Pilar tenía 25 años, y apenas contaban en la familia con unas 30 vacas, por lo que se plantearon comenzar a ordeñar ovejas. Esta situación, impulsó que Pilar fuera a un curso en Santander a aprender a elaborar quesos y yogures artesanales.
En este curso aprendió lo fundamental de la elaboración artesanal, esto, se une a la exquisita materia prima de Fonz, por lo que Pilar ya podía comenzar en 2007, junto a su hermano, con la venta de deliciosos yogures y quesos artesanales, fundando Quesería Val de Cinca.
Los comienzos fueron complicados, sin embargo, el sabor exquisito de los productos de Quesería Val de Cinca fue llegando poco a poco a todos los rincones del Alto Aragón, y actualmente, alcanzan los 200 clientes fijos por toda la Provincia de Huesca, y varios en Zaragoza.
LA QUESERÍA TRADICIONAL LLEGA A TU MESA FRESCA Y RÁPIDO
Los productos de Quesería Val de Cinca se venden en tiendas de Zaragoza, Huesca, Barbastro y Monzón, además de que la empresa cuenta con una página web en la que los usuarios pueden descubrir más sobre sus yogures y quesos.
De los productos, destaca el yogur como especialidad, también el queso curado Val de Cinca, el cual necesita dos meses de maduración. Otro de los alimentos premium de Quesería Val de Cinca es el queso Nube, un rulo de oveja que en el año 2016 se llevó una medalla de oro en los Premios Cincho.
Otro de los aspectos a destacar de Quesería ValdeCinca es que, absolutamente todos sus productos, cuentan con el sello de Artesanía Alimentaria.
EL PROCESO DE UN EXQUISITO YOGUR ARTESANAL
A pesar de tener un sabor intenso, agradable, que se disfruta despacio, el proceso de elaboración del yogur es rápido y efectivo. Se pasteuriza la leche, se añaden fermentos lácticos y se envasa para pasar a la incubadora, utilizada como yogurtera con capacidad para tres mil yogures.
Una vez aquí, se pone a 45 grados para que se cuaje de forma apropiada, posteriormente, es enfriada a 10 grados en una hora y pasa a la cámara de reposo. Un proceso completo que dura algo menos de 24 horas, de manera que tu yogur artesanal favorito llega a tu mesa fresco, con todo el sabor intacto en él.
LA IMPORTANCIA DE CUIDAR TODOS LOS DETALLES EN EL PROCESO
Víctor Febas, hermano de Pilar, es el principal encargado de cuidar de la granja familiar. Actualmente cuentan con 500 ovejas adultas de raza lacona, que, sumados a los corderos, llegan a las casi mil cabezas.
El perfecto cuidado de todas las fases del proceso de elaboración es clave para contar con una presentación final exquisita, y es, en estos aspectos, donde se destacan los productores artesanales de la más alta calidad.