El queso es uno de los lácteos más adorados por todos los públicos. Se puede comer solo o acompañado, troceado o fundido, fresco o curado… Este alimento puede estar presente en nuestra vida de muchas formas, pero con solo una porción diaria podemos conseguir el aporte lácteo que necesitamos para llevar una alimentación completa y equilibrada. Por eso, en este artículo, vamos a hablar del queso semicurado: valor nutricional y sabor exquisito unidos en un mismo producto.
El queso semicurado tiene una textura más seca que cualquier queso tierno, pero reteniendo mucha más agua que los quesos más curados. Tienen un periodo de maduración de entre 2 y 3 meses, lo que les aporta un sabor más intenso, así como más firmeza y textura. Cuando hablamos de queso semicurado, no solo nos referimos al tipo específico de queso, sino también al tiempo de maduración.
Queso semicurado: valor nutricional ¿Cómo diferenciarlo de los otros quesos?
Mientras que el queso semicurado tiene un periodo de madurez de 2 a 3 meses, un sabor más fuerte y una textura más dura, el queso curado tiene un periodo de madurez más largo, entre 4 y 7 meses, lo que le aporta un sabor intenso y un alto valor nutricional.
Por otra parte, los quesos tiernos tienen un periodo de curación corto, entre 15 días y un mes, mientras que el queso fresco es el más blando, así como es el que menos tiempo conlleva su elaboración. Puedes encontrar tu tipo de queso favorito en nuestro catálogo de quesos artesanos, como los de Villa Villera, ValdeCinca, Saravillo, Quesos Benabarre, El Benasqués, Quesos Guara o Quesos de Senz .
¿Qué beneficios aporta el queso semicurado?
Cuando nos encontramos con un queso Semicurado artesanal del Pirineo aragonés, tenemos a nuestra disposición una gran cantidad de ventajas: es muy nutritivo y rico en proteínas, por lo que es un alimento muy recomendable para deportistas, ya que favorece el desarrollo muscular, así como su alto contenido en calcio ayuda a prevenir la osteoporosis y es especialmente bueno para el posparto y el período de lactancia.
Además, sus altos niveles de yodo regulan nuestra energía y colesterol, fortalecen nuestra piel, cabello y uñas, a la vez que ayudan a procesar los carbohidratos.