Lecina es una localidad oscense de la comarca del Sobrarbe que se encuentra en el Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara. El pueblo se asienta en una zona en la que el agua es protagonista, en uno de los más bellos lugares del cauce del río Vero y donde encontramos su famosa carrasca milenaria.
Lecina es un lugar cargado de historia. En su término se han encontrado pinturas rupestres que apuntan a pobladores prehistóricos, de los más antiguos del Sobrarbe. Estas pinturas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad y se localizan en cuevas como la del Trucho, la Mallata o la cueva de Arpán.
El casco antiguo de la localidad destaca por la arquitectura popular con ejemplos de gran belleza como la iglesia parroquial de San Juan Bautista (siglo XVIII), la Casa Sampietro del siglo XVI, la Casa Pocino con su espantabrujas y la Casa Carruesco del siglo XV.
Además, su ubicación en la Sierra de Guara invita a la práctica de actividades deportivas con excursiones, rutas, paseos y descensos a lo largo del río Vero y de los cañones de la sierra.
En el entorno de Lecina hallamos la legendaria Carrasca milenaria, que destaca por su antigüedad y por su enorme tamaño.
La Carrasca milenaria de Lecina
Esta antigua y milenaria vecina de Lecina es querida por todos sus habitantes y es un auténtico tesoro natural resplandeciente de vida.
La Carrasca ha aguantado solemne hasta el día de hoy. Consiguiendo una altura de 16,5 metros y el diámetro de su copa es de 28m con una superficie de 615 m2. Cuentan que en los duros inviernos, ella sola producía 600 kilos de bellotas que alimentaban durante meses a ovejas, llamada por eso “La Castañera”.
Bajo su copa se celebran bodas, se han sellado pactos bajos sus hojas e incluso cuenta con su propia leyenda.
La carrasca milenaria de Lecina, ya fue premiada con el galardón El árbol del año en España, y ahora ha representado a España en el concurso europeo del 2021 «Tree of the year», consiguiendo este galardón hace tan solo unos días.
Si os animáis a conocerla, desde la desde la plaza de Lecina, se toma la calle situada junto al muro del cementerio de la iglesia. Cuando llegamos a la última casa, la calle se convierte en un camino entre paredes de piedra. A menos de 4 minutos veremos que parte del muro situado a la izquierda se ha caído y permite entrar sin ninguna dificultad a una era, donde hay un pajar sin tejado y la espectacular carrasca.
Una perfecto plan de fin de semana para visitar la carrasca, los alrededores y degustar los mejores productos del Pirineo como el Aceite Ecostean, los Aceites Noguero Somontano o la famosa longaniza de Graus.