Del 12 al 15 de septiembre Graus está en fiestas. No son unos festejos al uso. De arraigada tradición y atractivo turístico ya desde 1973 cuando fueron declaradas Fiestas de Interés Turístico Nacional. Las Fiestas en honor al Santo Cristo y San Vicente Ferrer provocan además entre sus seguidores un sentimiento de comunidad colectivo que se extiende no sólo por la Ribagorza, sino a las comarcas cercanas.
Por su gran riqueza etnológica son unas de las celebraciones patronales más llamativas dentro del programa festivo aragonés, cuya singularidad proviene principalmente de un espíritu mixto entre lo profano y lo religioso. Espíritu trasgresor con el orden establecido, que ha pervivido hasta hoy, y hace que durante esos días convivan de manera atractiva a la vez que folclórica, lo oficial y lo burlesco, con momentos tan esperados como su querida Mojiganga.
El repique de campanas da inicio a las fiestas a las 12 horas del día 12, seguido del desfile de carrozas, que son acompañadas por la rondalla, la banda de música, diversos grupos de animación y los esperados cabezudos, en unas fiestas donde cada rincón de Graus cobra protagonismo.
Ya por la tarde, el griterío recibe entre salvas y trabucazos, en un acto especialmente emotivo para los grausinos, a los gaiteros en el Puente de Abajo. Vecinos y visitantes, junto a las repatanas y repatanes, danzantes, autoridades, mozas, mozos y los gaiteros que ya les acompañarán en prácticamente la totalidad de los festejos, se encaminan a la casa donde habitó San Vicente Ferrer, ante la cual se cantará la primera Albada, para posteriormente ir a la Capilla del Santo Cristo.
Las Albadas son una de las tradiciones musicales más antiguas de la localidad. Datan de la época musulmana y salvo las dos primeras que se entonan el día 12, es en las madrugadas de los días 14 y 15, a partir de las dos de la noche, cuando los grausinos van de ronda por las calles de la villa entonando historias de amor y ensalzando a sus valores e históricos personajes populares.
Otro de los elementos significativos de las fiestas son los Danzantes, que van a estar presentes en la mayoría de los actos en los que se honra al Santo Cristo, procesiones, representaciones en la plaza mayor en las mañanas de los días 13 y 14 así como en la Mojiganga.
Hay diferentes tipos de dances, la cardelina, la mudanza de los palitroques, el baile de cintas y el de las espadas. Son igualmente muy llamativos sus atuendos. En el caso del baile de las cintas por ejemplo, los danzantes bailan cogidos a estas que cuelgan alrededor de un palo vestido además con flores. En este baile tradicional masculino fueron introducidas las parejas mixtas a finales de los años cuarenta del pasado siglo XX.
Hay que destacar igualmente a la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Graus, pertenecientes a la Cofradía del Santo Cristo, cuya participación es “peculiar” en las fiestas. Así por ejemplo, en el desfile de carrozas del día 12 adoptan una actitud activa y armados de escobas persiguen e incordian a cuantos se les ponen delante. Acompañan a las procesiones religiosas, unos solemnemente y otros de manera irreverente metiéndose en las casas, escalando paredes y persiguiendo al respetable. Y del mismo modo, en las mañanas de los días 13 y 14 mientas los danzantes llevan a cabo sus representaciones en la Plaza Mayor, ellos en una esquina de la misma satirizan sobre temas de actualidad. Plaza en la que durante todas las fiestas se encuentra dando vueltas a un tronco el Furtaperas, un muñeco colgado en el balcón del Ayuntamiento. Son muchas las leyendas de su origen, que si representa a un ladrón de fruta condenado a dar vueltas a un árbol durante todas las fiestas, mientras que también, la tradición popular aragonesa reza que estos muñecos representan al invierno, estación que hurta los frutos que recolectados durante el verano.
Mención especial merece la citada Mojiganga, que llena de algarabía la plaza Mayor en la tarde del día 13. Sus orígenes datan del siglo XVII, se perdió en el periodo comprendido desde la dictadura de Primo de Rivera hasta después del Franquismo. Fue en 1979 cuando volvió para quedarse. Es una representación singular, satírico-burlesca que consta de dos partes. Una comparsa que aún conserva elementos de la época medieval, como son el estafermo y la tarasca, que despejan el paso a la corte mojiganguera hasta la plaza para que pueda celerbarse el Desfile de los Reyes. Y una representación teatral donde en clave de humor crítico, son los mismos vecinos los que por un lado escriben las letras y otros las ejecutan de un modo delirante y divertido, parodiando y repasando los acontecimientos más relevantes que han tenido lugar en la villa a lo largo del año. La gran mayoría se desternilla de risa mientras alguno acaba escaldado.
Y si esto nos parecía suficiente, falta por nombrar el Llibré de Fiestas, de especial relevancia, al ser el máximo exponente actual de la expresión escrita del grausino, en él se conviven escritos de los vecinos, poesías, ensayos, datos históricos, junto a saludos institucionales, hechos acaecidos durante el año, así como fotografías de los repatanes y repatanas de todos los barrios y edades, el equivalente a las reinas o damas de otros lugares.
Sin lugar a dudas, las fiestas de Graus son especiales, son vividas y esperadas con mimo por toda la comarca. Ejemplo de tradición y pasión, fiestas únicas, igual que los productos tradicionales que puedes tener en la puerta de tu casa a un solo clic, entrando en AVI Selection. No te lo pierdas, un mundo de sorprendentes contrastes, como sus fiestas, te están esperando.
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