Fundada en 2014 por Pedro Sampietro (ingeniero químico de formación) y su esposa Ana Lojo, la marca combina cultivo ecológico y reutilización de la producción local, potenciando el valor del medio rural. Las mermeladas (disponibles en frambuesa, moras o mezcla de frutos del bosque) se elaboran con métodos 100 % artesanales: recolección a mano, cocción y envasado sin colorantes ni conservantes.
Sin gluten y con certificación ecológica, se recomienda conservar en frío tras abrir. Su sabor es intenso, notablemente frutal, ideal para disfrutar en tostadas, yogures, repostería o incluso para maridaje con quesos suaves o foie.