La longaniza de Pascua es un embutido curado, elaborado artesanalmente a base de una selección de magros de cerdo, aliñados con especias naturales, jerez en ocasiones, y que se deja secar con mucho mimo durante un determinado periodo de tiempo. Suele tener una longitud de unos 30 centímetros y un diámetro inferior al grosor de un dedo.
Como su propio nombre indica, antaño esta longaniza se solía consumir en Pascua, tras la Cuaresma, cuando se volvía a comer carne, y como era época de romerías, y estaba, y está, deliciosa seca sin cocinar, era perfecta para llevar al campo en esos días de inicio de la primavera.
Antaño, la longaniza de Pascua se consideraba un manjar, tanto por la carne de cerdo seleccionada celosamente para para hacer estas longanizas especiales, como porque era un producto que se comía de año en año, ligada a estas manifestaciones de religiosidad popular.
Actualmente se puede adquirir en cualquier época del año, aunque sigue siendo tradición degustarlas en cuaresma y en muchos pueblos sigue siendo el producto estrella de las romerías. Lo que no ha cambiado en tantos años es la escrupulosidad en la selección de las carnes utilizadas para hacer estas longanizas de Pascua. ¡De lo bueno, lo mejor!