La provincia de Huesca es apasionante. Está rodeada de magia ya sea por su cultura, sus pueblos pintorescos, la naturaleza y sus montañas de vértigo. En este post queremos mostraros como el agua es también protagonista de la provincia, inyectando vida mediante pozas, ríos y cascadas en el Pirineo aragonés, tras el deshielo en primavera.
Hoy os animamos a visitar 6 cascadas que estamos seguros que os van a enamorar por su belleza.
6 Cascadas en el Pirineo aragonés
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Cascada de Sorrosal
Se encuentra junto al precioso pueblo de Broto, muy cerca de Torla, que es la entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Está enclavada en el final del Barranco de la Garganta del Sorrosal. Cuenta con dos espectaculares saltos de agua de 45 y 55 metros. En el medio de los dos saltos hay una preciosa poza y otra en la última cascada.
Se puede llegar andando hasta la base de la cascada mediante un corto y bonito paseo al lado del río de apenas 5 minutos desde el pueblo. Las vistas son magníficas, estamos en un entorno de origen glaciar realmente bonito, un anfiteatro natural que nos habla de la historia geológica de los Pirineos.
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Cascada de Aigualluts
Es uno de los saltos de agua más espectaculares del Pirineo aragonés. Se encuentra enmarcada en un paraje increíble con el Pico Aneto de fondo. En ella confluyen las aguas de los glaciares Aneto, Barrancs y Tempestades que llegan serpenteando por la pradera del Plan de Aigulluts, donde forma preciosos meandros. Curiosamente el caudal desaparece pocos metros después en un sumidero de 70 m de diámetro y 40 de profundidad, formando uno de los fenómenos cársticos más importantes de la sierra. El agua vuelve a resurgir en superficie en la Valle de Arán, en el río Garona, que continua su cauce hasta la ciudad francesa de Burdeos para desembocar en el mar Atlántico.
Estamos ante una de las panorámicas más hermosas y más accesibles del Pirineo, en el Parque Natural Posets-Maladeta. Un paseo imprescindible del Valle de Benasque.
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Cascada del Cinca
Un espectáculo natural, donde el agua es una de sus protagonistas principales, es el Valle de Pineta. Su cabecera se abre en un amplio circo donde nace el río Cinca. El paisaje es abrumador y sorprendente, rodeado de montañas de más de 2.000 metros e incluso 3.000, como Monte Perdido, Marboré o Tuca Roya. Entre sus grandiosas paredes rocosas desciende el agua formando saltos increíbles.
La Cascada del Río Cinca es una de las más altas y sorprendentes del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
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Cascada de Cola de Caballo
La ruta de senderismo hasta la cascada de Cola de Caballo es una de las más espectaculares y concurridas del pirineo oscense. El camino nos va sorprendiendo paso a paso, con saltos de agua, bosques maravillosos, flores de mil formas y colores, verdes prados y un marco montañoso incomparable. Es un auténtico placer para los sentidos pasear por esta ancha senda y perfectamente señalizada en el corazón del Pirineo, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Al final de la ruta os espera La Cascada de Cola de Caballo, uno de los saltos de agua más altos de España, un lugar magnífico para comer y reponer fuerzas para el camino de vuelta. Recordad que está prohibido bañarse en sus aguas, ya que estamos en un paraje sin igual que hay que cuidar y preservar.
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Cascada de Ardonés
También conocida como cascada del Bom, es uno de los rincones más bonitos del entorno de Cerler. Su proximidad, fácil acceso y belleza, hacen de este lugar parada prácticamente obligatoria para todos los que visiten esta zona. Básicamente existen dos vías de acceso, la primera y más rápida se realiza desde la carretera de acceso a la Estación de Esquí de Cerler, mientras que la segunda, de mayor duración, se realiza a través de un sendero que parte desde la misma localidad de Cerler.
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Cascadas del Rio Caldares- Salto del Pino
Breve y sencillo itinerario circular de unas 2 horas de duración en el que recorreremos el río Caldares a través de sus numerosas cascadas como el popular Salto del Pino, disfrutaremos de espléndidas vistas aéreas desde el Mirador de la Reina del Ibón de Baños, Balneario de Panticosa y todo el entorno del valle.
Estas son solo algunas de las maravillosas cascadas en el Pirineo aragonés que os animamos a descubrir con el deshielo de primavera. No os olvidéis de acompañar vuestras excursiones con un poco embutido artesanal, de la mejor calidad del Alto Aragón, o un poco de queso de la zona de Sobrarbe o, incluso, un poco de chocolate elaborado con mimo, que os ayudará a reponer fuerzas mientras disfrutáis del paisaje.
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